Tienes lista de espera para que las personas quieran trabajar contigo o más bien está tu equipo de trabajo buscando silenciosamente otra oportunidad laboral.
Cómo es conocido, las personas no renuncian a las empresas, sino a sus jefes y ambientes laborales tóxicos.
Sin duda, el ambiente lo producimos todos en los grupos de trabajo, sin embargo, promover el ambiente es una característica particular que el líder o los líderes del grupo tienen y lo pueden guiar en un sentido positivo o no.
En ocasiones el ambiente negativo o tóxico en el grupo se siente tan denso que se pudiera cortar con un cuchillo, es decir, se percibe rigidez, como si estuviéramos obligados a tener que ceder nuestra manera de ver el mundo para quedar bien parados y solo con el punto de vista aceptado.
Otra característica común es que no hay derecho al error de las personas, por lo que buscan esconderlo lo más posible para sobrevivir y cuando irremediablemente sale a la luz se enjuicia y critica.
El ingrediente más tóxico en los grupos humanos es sin duda el chisme, la incapacidad de poder decir algo, lleva a las personas equivocadamente a embarrar de información negativa a un tercero que no suele tener vela en el entierro.
Se imaginan solo dejando pasar estas tres características en un equipo de trabajo, un líder puede echar por la borda de la manera más efectiva la creatividad, el compromiso y los talentos de las personas. Quién se animaría en estas circunstancias a dar una idea, atreverse a resolver algo a riesgo de equivocarse o confiar en los demás.
Como en muchas situaciones en la vida relacional de las personas, por desgracia el último en darse cuenta de esto suele ser el propio líder o jefe, la buena noticia es que la flexibilidad, promover el aprendizaje y la confidencialidad, siempre se pueden promover y desarrollar si la persona lo quiere.
El ambiente que permite producir, crear, innovar en un grupo humano o equipo de trabajo se construye con el cúmulo de comportamientos que nos permiten pensar, sentir y actuar libremente.
De ninguna manera con esto estamos autorizando el jardín de niños donde todo mundo puede hacer lo que sea, sin duda las reglas y los límites son importantes y requieren claridad y conciencia de las consecuencias. Los límites son necesarios y nos permiten crear un ambiente de seguridad y confort para producir.
En alguna ocasión escuché que una persona expresaba que al trabajar con su exjefe fue como en un gimnasio de alto rendimiento, a veces extenuante, pero que sin duda colaboraría con él, cuantas veces se pudiera, ya que siempre se construyó un ambiente muy positivo de aprendizaje y logro, una experiencia de trabajo invaluable con él y su equipo.
El poder y la autoridad del puesto siempre hay que manejarla con mucho cuidado, nunca perder de vista que esa posición la fortalece el sentido de servicio y se fundamenta en principios de humanos.
Influir positiva y significativamente en el ambiente del equipo, es una gran oportunidad de construir cambio y mejora en las personas a través de mi liderazgo, sin duda será siempre recompensado en satisfacción personal, creatividad, innovación y producción de valor agregado.
Promover ambiente positivo es un trabajo que requiere humildad, empatía y compromiso personal por parte del líder, habilidades que es conveniente desarrollar en lo personal, en la vida relacional de un ejecutivo.
Sé un gran constructor de ambientes y busca dedicar tiempo formal en tu propio crecimiento personal a través de programas profesionales, de entrenamiento relacional y liderazgo.
Construirás significativamente influencia y ambiente positivo a nivel personal y laboral. Cuando el líder crece en lo personal, su equipo o empresa crece con él.
¡Construye una gran lista de personas que quieran trabajar contigo siempre!